"Cuenten con nosotros"

Proyecto de Cátedra de la cátedra Lenguaje Visual 3 - Fac. Bellas Artes. La Plata

Tuesday, May 12, 2009

Mudanza de corazón

Papá tomó mi oso de peluche gigante y lo metió en el camión. El momento había llegado al fin: nos mudábamos.
¡Llevábamos tantas cosas! .Las puertas del camión apenas cerraban. El chofer las empujó, las ató con sogas pero el oso quedó asomando la cabeza hacia afuera, entre la heladera, y un canasto con ropa.
_¡Cuidado con “Tierni” papá! ¡Lo van a reventar! - grité desesperado
_Es tan solo un peluche, Martín …¡ siempre tan exagerado! ¡Vamos, subí con mamá al camión que ya nos vamos!
Papá no me entendía, como siempre. “Tierni” era mi amigo. Me lo habían regalado cuando me operaron de la garganta y siempre me acompañaba.¡No quería que viaje incómodo! .Subimos a la cabina del camión. Yo insistía para que mi oso viajara conmigo, pero todos decían que no entraba. Entonces quedó atrás, mirando por última vez el barrio, mientras el chofer encendía el motor y nos alejábamos.
Yo miraba mis zapatos embarrados. Porque encima, llovía. De un lado, estaba papá hablando con el chofer, del otro, estaba mamá con el gato en la falda. El viaje no sé cuanto duró.
Cuando llegamos a la casa nueva, pedí que bajaran a mi oso. Y me quedé en un banco que había en el jardín hablándole, mientras mis padres y el camionero bajaban todo.
_Nos mudamos “Tierni”, vos a lo mejor te acostumbrás a la nueva ciudad…
¡Pero yo nunca! ¡Siempre voy a extrañar mi casa vieja , mi escuela y mis amigos!
Mi habitación era linda, pero yo lloraba. Lloraba y mojaba la cama. Seguí llorando todo el día e inundé mi habitación. Y al otro día lloré y se inundó la casa.
Fue justo cuando vino el micro del transporte escolar y me llevó a la escuela. Pero aunque mis compañeros parecían buenos y la maestra también yo seguí llorando. Y como lloraba y lloraba , la escuela era un mar de lágrimas…y suspendieron las clases.
Me vino a buscar el micro escolar. Subí y me senté en el último asiento. Iba a seguir llorando e inundando el micro… cuando algo pasó. Estaba ella. Con un delantal tan blanco como sus dientes: la chica más linda que jamás había
visto …
_¿Querés un chicle?… Me llamo Rocío…
Me dio el chicle y lo abrí. Lo puse en mi boca. Como siempre , leí el papelito del chicle que adivina al futuro. Decía “Encontrarás el amor de tu vida”…
Sonrió y salió el sol. Reía y me hacía reir. El micro daba vueltas por la ciudad y ella empezó a explicar los distintos lugares por los que pasábamos. ¡Ese es el centro!, ¿Esa es la plaza principal! ¿Ves la estatua de San Martín…? Aquella es la Gobernación…¡ese es el Museo de Bellas Artes! ¡Ese es el Museo de Ciencias Naturales! ¡Allí es donde están los dinosaurios! ¿Querés que mañana vayamos a pasear juntos al bosque?
La ciudad ya no me parecía fea. Al contrario, me empezaba a parecer muy linda. Así que empecé a reir , reir y reir … a inundar de risas el micro, el barrio, mi casa… la escuela…la ciudad…..

Carlos Pinto
cpintius@hotmail.com

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