"Cuenten con nosotros"

Proyecto de Cátedra de la cátedra Lenguaje Visual 3 - Fac. Bellas Artes. La Plata

Tuesday, April 05, 2011

Brujilerías


Era una bruja piruja, maruja, de cabello rojo enrulado que los días de humedad se volvían traviesos y le caían en rulos sobre su frente, sus ojos eran negros y saltones, su nariz grande, aunque no tenía ni un lunar o verruga y su piel blanca como la leche a pesar que siempre vestía de negro.
Todas las noches preparaba en su caldero pociones con patas de ciempiés, ojos de caracol y cola de babosa.
La gente del pueblo venía a pedirle que les cure un cayo del dedo gordo del pie o una verruga de la panza o una uña encarnada y ella siempre dispuesta les regalaba sus pociones.
A veces todo salía bien, pero otras ¡se metía en cada lío!
Un día la visitó Doña Eduviges, que era la chismosa del pueblo, para pedirle que cure a su loro que se había quedado mudo y por más que ella le hablara, el loro no decía  ni una palabra.
Nuestra bruja piruja, biruja, decidió ayudarla y preparó esa noche una sopa con lengua de mosquito y patas de gusano. El loro tomó la sopa...pero no habló.
Doña Eduviges muy furiosa visitó nuevamente a la bruja chiruja, miruja, para decirle que su loro seguía mudo. Fue entonces cuando la bruja firuja, fruja, decidió usar todo su poder y realizó un hechizo a la luz de la luna, lástima que esa noche hubo muchas nubes, para que el loro de doña Eduviges hable.
No sabemos si fue eso o que fue, pero el lorito comenzó a hablar, pero no para pedir la papa sino para contar los chismes que decía Doña Eduviges y aunque ésta trato por todos los medios de callarlo, el loro hablaba y hablaba sin parar.
Así fue como la bruja piruja, maruja, liruja, biruja, chiruja,...decidió dejar de hacer hechizos y dedicarse al cultivo de rabanitos que siempre le habían gustado en la ensalada.

(c) María Delia Minor
madeliaminor@yahoo.com.ar

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